sábado, 18 de marzo de 2023

Historia 15 (Me colé en una fiesta)

Estando en la Factoría de Subsistencias de El Ferrol salí una tarde a dar un paseo con mi amigo Manolo Rodríguez, al que llamaban Málaga como a mí. Íbamos por la carretera baja del puerto y en un momento dado él me propuso que subiéramos por un monte hasta llegar a la cima. Así que ni cortos ni perezosos emprendimos el camino para arriba. Después de mucho subir y para nuestra sorpresa, nos encontramos con un grupo de niños que estaban cogiendo flores, y una de las niñas era la hija de nuestro segundo comandante, la que hizo unos meses atrás su Primera Comunión, y en cuya celebración estuve yo trabajando de camarero. Como yo había hablado con ella algunas veces, me reconoció y le pregunté que hacían en aquel monte. Me contestó que justo en la cima había una fiesta con altos mandos de la Armada, entre los que estaba su padre. Subimos con los niños y nos encontramos con centinelas que vigilaban los accesos a un lugar al aire libre donde efectivamente había militares de alta graduación y civiles con mando. Como íbamos de paisano y charlando con los niños, los centinelas creyeron que habíamos salido de la fiesta con ellos, y nos dejaron pasar. Una vez dentro nos separamos de los niños y aprovechamos para comer y beber y pasear entre tanta gente de postín. Hasta que nos encontramos con un civil que trabajaba en la Factoría (del que por cierto decían que tenía un miembro viril de 38 cm.) y que al reconocernos nos pregunto qué hacíamos allí. Se lo explicamos y nos recriminó lo que hicimos porque podían habernos arrestado. Nos pidió que nos fuésemos de allí, pero no por el monte, sino por la puerta de acceso.

Lo que todavía hoy me pregunto es si mi amigo Manolo sabía lo de la fiesta, porque me pareció mucha casualidad. Con él mantuve la amistad después de la mili, en Málaga, y él siempre me dijo que no sabía nada.