lunes, 14 de septiembre de 2020

Historia 14 (¿Me salvó mi ángel de la guarda?)

Circulando un día lluvioso con un camión por una carretera cercana a Ferrol, el vehículo patinó en una curva sin protección y con un barranco al lado. Intenté frenar, no pude hacer nada, fue todo muy rápido, cogí el volante con fuerza pero no conseguí dominarlo. Pensé que había llegado mi hora, que iba a morir irremediablemente. Entonces noté que "alguien" agarraba el volante (yo iba solo) y, después de circular unos metros justo por el borde del precipicio, el camión volvía a la carretera, y quien fuera me dejó de nuevo al mando. Estoy seguro de que alguien me ayudó, lo noté perfectamente. Siempre se lo he atribuido a mi ángel de la guarda, pues sé que todos los seres humanos tenemos uno. Así que siempre le estaré agradecido y todos los días le pido que siga cuidándome. Sé que cuando muera lo conoceré y podré darle las gracias personalmente por aquello y por otros hechos que me han sucedido y en los que probablemente también haya intervenido para guiar mi vida.